La tendencia de calentamiento del planeta continúa y 2018 deben entrar a la historia como el cuarto año más caliente ya registrado. Los datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apuntan que los 20 años con temperaturas más altas de la historia han ocurrido en los últimos 22 años. Los últimos cuatro años fueron también los cuatro con temperaturas más altas.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el calor también ha sido seguido por señales como elevación del nivel del mar, deshielo en muchas de las regiones polares y fenómenos climáticos extremos, que, según el documento, dejaron “un rastro de devastación en todos los continentes “.
La esperanza de los científicos es que esas cifras coloquen presión sobre gobiernos que, a partir de la semana que viene, vuelven a reunirse en la Conferencia del Clima, esta vez en Polonia, para debatir cómo implementar el Acuerdo de París. Sin los datos, la OMM cree que los entendimientos no habrían sido alcanzados. “La ciencia impacta la política”, admitió la entidad.
Hasta ahora, en el año 2018, las temperaturas se situaron, en promedio, 1 ° C por encima de la base preindustrial, de 1850 a 1900. “No estamos en el camino para alcanzar las metas de cambio climático y frenar las altas temperaturas, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. “La concentración de CO2 golpea nuevos récords y, si la actual tendencia continúa, podremos ver una elevación de temperaturas de 3 a 5 grados Celsius hasta el final del siglo”, indicó. Según él, si se explotan todos los recursos fósiles, la elevación de las temperaturas será aún mayor.
Presencia de El Niño
La expectativa de los científicos era que, en 2018, la elevación no sería acentuada, ya que el fenómeno de La Nina podría frenar los termómetros. Pero ni así la tendencia de calentamiento fue revertida. El récord absoluto fue alcanzado en 2016, con la presencia de El Nino. El segundo lugar quedó para 2017, seguido por 2015.
“En 2019, podremos tener la vuelta de El Niño y el año debe ser más caliente que 2018”, prevé Taalas. “Esta tendencia parece continuar”, advirtió.
Una media de los últimos diez años apuntó que la temperatura es 0,93 ° C por encima de la era preindustrial. Pero si sólo se consideran los últimos cinco años, el alza es de 1,04 ° C.
El jefe del organismo internacional presentó aún decenas de datos para sostener su previsión. Según él, desde finales del siglo 19, el nivel del mar subió 26 centímetros. En 2018, la concentración de CO2 era un 146% por encima de los valores de 1850 y la mayor tasa en 3 millones de años.
Taalas todavía apunta que, en 2018, las temperaturas de los océanos estuvieron por encima de la media y registraron la segunda tasa más elevada. El récord fue alcanzado en 2017.
Eventos climáticos extremos en 2018
El impacto, según él, ya es una realidad. En 2018, se estima que 2 millones de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares o países debido a los acontecimientos climáticos extremos. Un total de 1,6 millones de personas murieron en el año por el calor, Alemania perdió el 43% de su cosecha debido a las altas temperaturas y las tormentas llegaron a lugares que no estaban acostumbrados a este tipo de eventos, incluso en Estados Unidos.
En partes de Escandinavia, los termómetros en este verano batieron récords y, por primera vez, un lugar en el círculo polar registró calor anormal. En Suecia, las lluvias fueron las menores desde 1748 y en Armenia la temperatura superó la marca de 43 ° C.
Si en 1980 el mundo registraba cerca de 200 anomalías climáticas por el planeta, en 2016 ellas superaron la marca de 600. “La mitad de la población mundial fue expuesta a esos eventos”, advirtió Taalas.
En 2018, el número de ciclones en el hemisferio norte superó la marca de 70 a noviembre, muy por encima de la media de 53 por año. En la India, las inundaciones fueron las peores desde 1924.
En el Ártico, los dos primeros meses del año registraron un volumen inédito de cobertura de hielo. En septiembre, la cobertura era 28% por debajo de la media histórica.
Sequía severa
El hambre también pasó a ser una consecuencia del cambio climático. Las sequías severas se registraron, elevando el número de hambrientos en el mundo a 821 millones. En África, estos fenómenos climáticos alcanzaron a 59 millones de personas en 24 países.
En América Latina, la producción de cereales quedará un 7% por debajo de 2017, también por la falta de lluvias. En Uruguay, Argentina y Brasil , el clima ya afectó la producción de maíz.
Según Taalas, existe un riesgo real de que, si no se hace nada, las temperaturas terminan el siglo con un incremento de 5 ° C. “Eso es un resultado de nuevos estudios”, explicó. Incluso si todos los gobiernos adoptan medidas para cumplir sus compromisos en el Acuerdo de París, la previsión es que, en 2100, las temperaturas estarán a 3ºC por encima de la era preindustrial.
“Eso es un riesgo para la producción alimentaria”, advirtió Taalas. “Esa será una de las grandes cuestiones”, indicó el jefe de la agencia de la ONU, que ya apunta al riesgo de una caída de producción agrícola en la región del Mediterráneo.
En el marco de la reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, sigla en inglés) que se celebra a partir del lunes en Polonia y donde estarán 50 jefes -de-estado, llamada de COP24. No había siquiera otro candidato, frente a un acuerdo que se ha cosido en diversas capitales.
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