Ya sea el espeluznante Pennywise de: It o El Payaso Bozo para los viejos. Cualquiera que tenga miedo de un payaso entrará en pánico ante cualquiera de estas figuras. Pero, ¿por qué ocurre esto? La ciencia explica que hay mucho más detrás del maquillaje blanco, ropa colorida y una nariz roja que hace despertar el miedo tanto en niños como en adultos.
La experta en fobia Dena Rabinowitz le contó a Business Insider sobre el conocido miedo a los payasos. Ella señala dos razones principales por las cuales las personas tienen esta fobia: La primera de estas razones se refiere al hecho de que es difícil leer las expresiones de una persona que usa maquillaje. De esa manera, instintivamente nos mantenemos alerta, ya que no se puede saber qué está haciendo ese payaso.
La segunda razón, según Rabinowitz, sería el hecho de que es difícil confiar en las personas que siempre están felices y con una gran sonrisa en la cara. De hecho, la expresión del payaso juega un papel extremadamente importante, actuando como una máscara. “Para muchas personas, el miedo a los payasos es parte de un miedo más general a las criaturas enmascaradas, que a menudo se conoce como coulrophobia”, explica Rabinowitz.
También dice que la fobia no es genética, como algunas otras, sino que puede ser “transmitida” por alguien, o por alguna situación o trauma sufrido en presencia de un payaso, o por tener alguna relación con uno de ellos.
Muy tranquilo en este momento
Rabinowitz explica que el miedo a los payasos no es una fobia que exige tratamiento psicológico a menos que sea algo que realmente interrumpa la vida. “Si sales gritando en una sala de cine porque puede haber un payaso o no puedes ir a una ciudad porque hay un circo, entonces realmente necesitas tratamiento”, dice.
El médico también recomienda que se enfrente el miedo, aunque sea poco a poco. Ella dice que observar a alguien poniéndose maquillaje y ropa de payaso puede ser un buen comienzo, ya que se puede ver que solo son personas comunes en traje. Por supuesto, las películas de terror y los documentales sobre ciertos asesinos en serie pueden empeorar la situación.
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