PÚRPURA DE TIRO: LO QUE ERA PIGMENTO DE FUERTE OLOR Y QUE VALÍA ORO

Púrpura de tiro fue el pigmento más caro de la antiguedad, utilizado sólo en tejidos reales. Era conocido por su valor y olor, considerado difícil de soportar incluso por alguna vieja legislación.

Durante algún tiempo, la sustancia valió su peso en plata y más tarde incluso en oro, y su uso data de algún tiempo antes de lo que se pensaba inicialmente.

El nombre del pigmento proviene de la ciudad de Tiro, ubicada en el actual Líbano, donde los antiguos fenicios hacían la pintura.

Durante mucho tiempo, fue el color oficial de la nobleza del Imperio Romano, donde la palabra púrpura en sí, o la expresión “llevar el púrpura” se utilizaron como referencia al trono del emperador, uno de los pocos permitidos para usar telas de este color.

La evidencia más antigua del uso de Púrpura había datado aproximadamente el año cero en Roma misma, pero un descubrimiento mostró que la tintura ya era utilizada por los nobles en el reino de Israel unos mil años antes. Este es el mismo tiempo descrito en los textos de la Biblia como el reinado de David, el padre de Salomón.

Después del descubrimiento de pelusas de tejido teñido en el desierto, los investigadores trataron de recrear el tinte y se encontraron con otra de sus características legendarias, además del precio: el olor extremadamente desagradable, incluso por los estándares del mundo antiguo, como los textos antiguos describen en detalle.

Divorcio por “causa justa”

La púrpura de tiro fue fabricada a partir de las glándulas de varios pequeños moluscos que fueron capturados en la parte oriental del mar Mediterráneo.

Cada glándula contiene un máximo de 1 gramo de tinte, por lo que se necesita una gran cantidad de ellos, que se están descomponiendo en tanques grandes durante semanas.

Esto dio lugar al legendario hedor del teñido púrpura. El olor era tan desagradable que los Talmud, un libro que contiene antiguos códigos de ley judía, permitían a las mujeres casadas con hombres que trabajaban en el teñido pedir el divorcio cuando quisieran.

Eso es porque sus maridos se quedaron con un olor a “pescado podrido” impregnado en sus manos, algo que manchó la relación.

Comments

0 comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *